Las largas colas formadas para coger uno de los pocos buses del metropolitano, se dan entre ajetreos y forzadas entradas por un solo cupo sin importar como dice un estudiante ,”no importa la forma solo quiero llegar , además hay nos acomodaremos”.
Los usuarios se ven obligados a viajar como sardinas sin medir el riesgo que tienen al exponerse de esa manera, es igual que ir en micro o carro la única diferencia es el tiempo y claro esta no tener que pelearse con algún cobrador malcriado o faltoso.
La bajada y subida de estos ómnibus es un martirio mientras unos pugnan por salir otros se pelean por entrar convirtiéndolo en un caos día a día, eso sí hay que percatarse de nuestras billeteras nos dice un pasajero que ya ha perdido cerca de tres en este año.
“No me di cuenta cuando me la sacaron y también recuerdo esa vez que mi mochila estaba abierta y faltante de unos libros y algo de ropa, ese es el precio de la modernidad”, lo dice con una sonrisa entre labios y prometiéndose así mismo que la experiencia adquirida le servirá para que no vuelva suceder por una cuarta vez.
Los buses patrón tienen capacidad entre 80 a 120 personas pero si nos remitimos a lo que vemos esta capacidad es doblada alarmantemente, mujeres y niños peligran el poco espacio y la falta de oxigeno pues estos ómnibus presentan ventanas muy pequeñas lo cual dificulta el paso del aire y a encontrarse repletos ocasiona que se reciba poca oxigenación y qué decir del motor de estos carros que doblegan su fuerza para poder mover a ese paquete de sardinas humanas.
El metropolitano funciona hasta las 10 de la noche, pero hay personas tratando de alargar la hora y esperando un milagro para que un carro más pase, no es posible que a esta hora los buses pasen cada diez minutos y repletos de gente esperar hasta octubre es mucho, nos dice un pasajero indignado que siempre lucha por llegar a tiempo, me he quedado sin subir en varias oportunidades y nadie me devolverá lo que pagué sólo me queda buscar otro medio de transporte por ahora.
Los paraderos tienen regular cantidad de personas a esa hora que esperan un bus si hay una demanda importante en ese horario sería conveniente aumentar los vehículos y el horario de atención.
Otro problema frecuente en este servicio “masivo” son los días feriados los cuales solo son trabajados hasta el medio día o en otros casos no hay atención como ocurre en feriados estatales la decisión se debe a que la municipalidad no desea pagar el sueldo doble a sus trabajadores por ello decide el medio tiempo o no trabajar perjudicando a los que usan este sistema.
La realidad nos revela la falta de conciencia vial y el nulo respeto a los pasajeros; las formas en las que se viaja pone en peligro la vida de las personas, las largas colas, y la poca cantidad de vehículos para atender la demanda complica esta situación , además la mala atención que se realiza en los terminales tanto son los de Naranjal como el de Matellini donde se vuelve un caos en horas punta y una disputa a muerte todos los días por tomar un glorioso espacio dentro de uno de los pocos vehículos del metropolitano.

